Esperando a mi rayo de luz: Tercer Trimestre

El tercer trimestre transcurrió entre consultas, misas y oraciones. Tenía consulta con mi obstetra cada 4 semanas y con el perinatólogo igual cada 4 semanas, se terminaron cuadrando de tal manera que tenía eco cada 2 semanas.

Después del resultado de la amniocentesis empezamos a tener avances en cada consulta, nuestro bebé empezó a crecer y a engordar y rápidamente pasó a estar en un percentil 90 a pesar de cordón con arteria umbilical única, el líquido amniótico  se mantenía en valores normales, así que había función renal y en cada consulta la Ventriculomegalia fue bajando poco a poco.

El 14/05/2015, con 34 semanas + 3 días nuestro perinatólogo nos dio de alta, el Dr. Brito nos dio la maravillosa noticia "La Ventriculomegalia ha cedido, el líquido se encuentra en valores normales, así que dificulto que haya un nuevo aumento. Sugiero que le hagan un eco cerebral al nacer". 

Salimos flotando de consulta, nuestro pequeño guerrero, nuestro gran regalo, cada latido de ese pequeño corazón era obra de Dios y su infinita misericordia, la prueba que El todo lo puede. Salimos de allí y llamamos a María del Pilar para darle las buenas nuevas, nuestro José Gregorio iba mejorando cada día.

En la consulta de las 36 semanas, la obstetra pudo validar lo visto por el perinatólogo, la Ventriculomegalia había cedido, me pidió ir a la semana siguiente para iniciar el control semanal por estar acercándonos a la fecha de parto. Pero a los 3 días me lleve un gran susto, empecé a sentir dolores fuertes en la espalda, cada vez que me daba una crisis de dolor se me ponía la barriga muy dura y el bebé se quedaba quietico, así que a las 11 de la noche del 27/05/2015 agarramos la pañalera, llamamos a María del Pilar y nos fuimos a la clínica, no sabíamos que pasaba, no sabía si eran contracciones de parto pero sí que dolía muchísimo.

Gracias a Dios mi doctora llegó a tiempo porque la obstetra de emergencias me había mandado a preparar para una cesárea de emergencia a pesar que no estaba dilatada y después que los monitores indicaran que no eran contracciones de parto, mi doctora decidió dejarme hospitalizada el tiempo que fuera para monitorearme, me pidió que tomará mucho líquido y no aguantará las ganas de orinar, después de descartar que no era mi vesícula ella empezó a sospechar de un cólico nefritico, el cual no podía ser diagnosticado por pruebas por mi embarazo.

Pasé tres días con un dolor incesante hasta que por fin boté el cálculo que me tenía la vida amargada, pasé 5 días en la clínica y hasta que no cesó el dolor no me dejaron ir a casa. Mi doctora quería velar que mi bebé estuviera en mi barriga hasta que estuviera bien maduro para la cesárea.

A las 38 semanas me hicieron el monitoreo de bienestar fetal y todo iba bien, así que María del Pilar me mando a ir a la semana 39 para evaluar y definir la fecha de la cesárea.

A las 39 semanas me hicieron de nuevo el monitoreo de bienestar fetal, evaluó que sus pulmones e intestino se veían maduros y nos indicó que ya era hora. 

El miércoles 17/06/2015 nacería nuestro bebé milagro.