Esperando a mi rayo de luz: Los diagnósticos


Uno de los mayores riesgos que conllevaba las 3 complicaciones presentadas en mi embarazo era que su origen fuera una falla cromosómica, en el mejor de sus diagnósticos un Síndrome de Down o en uno de los mas posibles Síndrome de Edwards. Yo recé cada día porque estas complicaciones fueran aisladas.
El triple screening dio riesgo bajo para estos 2 síndromes y pues, a pesar de estas complicaciones, no se veían alteraciones morfológicas en su estructura físico, ambos doctores se sentían dudosos ante todo esto y por eso me propusieron realizar la amniocentesis.
En el caso de ser complicaciones aisladas estos eran mis escenarios mas favorables:
  • Cordón Uniarterial: Al nacer el bebé se acabaría este problema, mi bebé tenia una semana por debajo en peso y en tamaño, pero suele ser común que los bebés con arteria umbilical única tengan menor peso y tamaño con respecto a uno con cordón normal.
  • Ventriculomegalia leve: Las ventriculomegalias tienen 3 formas de desenvolvimiento durante el embarazo, un 33,3% tiende a aumentar, un 33.3% se mantiene y un 33.3% disminuye. Como era leve yo me enfoqué en el 66.6% mas favorable, mis esperanzas estaban en enfocarme en lo mas positivo y rezar por que Dios me hiciera mi milagro. 66.6% es mayor a 33.3%. La ventriculomegalia leve de nuestro bebé era bilateral y al momento de detectarla estaba en 12.29 mm. 
  • Riñon Izquierdo Aumentado de tamaño de aspecto poliquistico tipo Potter 2 (unilateral): En las mediciones de mi liquido amniótico se podía ver que había una buena cantidad, era probable que el riñón izquierdo no funcionase pero el derecho debía estar funcionando, así que esto lo controlaríamos al nacer con el nefrólogo y el urólogo.
No tienen idea de todo lo que recé. Puse toda mi fe en que fueran problemas aislados y que pudieran ser tratados por separado.
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